Hace mucho tiempo que no escribia en vacio, sobre la marcha. Que no eludía mi word con su times new roman a 12 y sus tabulados perfectos para pinturrajear un borrador previo. Atropellado por nimiedades intento verme ante el espejo de lo que escribo. ¿Qué otra cosa hacer que verme de lejos?
Hace tiempo que creo que somos esclavos de la historia que nos inventamos, hace tiempo que ratoneamos por nuestro pasado para encontrar argumentos que den sentido a nuestro presente. Y lo más divertido es que no los encontramos.
Cada vez que alguien me intenta explicar cómo es, me doy cuenta de que es justamente lo contrario. Yo es que soy muy ordenado, generalmente es un caos; yo es que me gusta ser meticuloso, pues es un dessastre... Cuánto esfuerzo para explicar con causas lo aleatorio.Cuanto esfuerzo para construirnos un yo presentable en sociedad.
Cada vez que alguien me intenta explicar cómo es, me doy cuenta de que es justamente lo contrario. Yo es que soy muy ordenado, generalmente es un caos; yo es que me gusta ser meticuloso, pues es un dessastre... Cuánto esfuerzo para explicar con causas lo aleatorio.Cuanto esfuerzo para construirnos un yo presentable en sociedad.
Pero en fin, no juzgo y defiendo el derecho de cada uno a inventarse la vida y la biografía que le justifique para hacerle más feliz. Quizá porque empatizo, porque me pongo en su lugar y no me parece tan raro quizá porque lo haga también yo mismo.
Queremos tener una narración logica al cuento que nos contamos y que incluso nos creemos porqué tenemos miedo a ver nuestra vida como un relato absurdo, quizá como este cúmulo de frases improvisadas que os arrojo hoy.