Escribir sin poder escribir,
querer decirlo todo.
con esta bola de silencio en el cuello que me ahoga,
que no me deja decir nada.
Nunca más es demasiado breve para tanta ausencia
cincuenta años en común desde la infancia,
desde siempre
y a partir de ahora solo recuerdo,
todo recuerdo
sin palabras nuevas.
Qué soledad,
ser albacea por siempre de nuestros días vividos.