Me doy cuenta
de que esta maquina de pensar
no es eterna sino fragil
muy fragil
y de repente se gripa
por sobrecalentamiento
o senectud
y no es que explote
y te lleve a lo oscuro
sino que colapsa en gris y en silencio.
Adios color
adios matiz
adios diferencia
y se difumina en borrón
como en los dias iguales que contaba Molinos
en su libro amarillo.
Y buscas en la mochila pistolas
para matar fantasmas sin cadenas
y solo encuentras
un bocata de choped
y un lapiz sin afilar.
Escribes sin rima ripios en asonante
y comes sin hambre los restos de ayer.
Dormir, solo dormir.
Apagarse en forma de niebla
Llorar sin lágrimas
Dormir, solo dormir.
y debajo de la cama,
te das cuenta de que el vertigo
no es sino perspectiva
y que el miedo tiene cara de ignorancia.
Y te cantas una canción de cuna
para no sentir, para no morir.
Y como siempre, llamo
a ese angel de la guarda
que me asiste en las vaguadas y las sombras
ese angel que mira recto
y tiene curvas de instagram.
Y cuando camino por el desasosiego
cual borracho en la deshora
me da su mano para volver al hogar.
"Va, venga, ya pasó
fue un momentito solo de bajada
que no pasa nada".